Cuatro (1984)
Fue un experimento después de engullir las películas de Norman Mclaren en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Salí de la sesión entusiasmado por la posibilidad de rayar, lijar y pintar sobre la propia película para transformarla en algo diferente.
Crear una película con una apariencia aleatoria y abstracta, sin ninguna relación con la realidad o con la imagen tradicional que aprendemos a ver e interpretar.
Luces y sombras en estado puro.